miércoles, 9 de febrero de 2011

"El lugar del artista"

"El lugar del artista"

Se dice que las drogas "permiten", a quien las consume, acceder a estados alterados de conciencia. El camino sería algo así como vivir una experiencia equis sin saber cómo se llegó a dicha experiencia, cuál fué el recorrido. Porque las drogas atentan contra la voluntad del ser humano y cotra su conciencia, uno se droga y punto, es todo lo que se sabe y, para colmo, se pierde la voluntad.

Distinto es el recorrido que el arte nos permite, en donde la conciencia de Si es factor esencial para desarrollar cualquier disciplina artística. Es a partir de entrenar esta capacidad de sentir la vida y reconocerla a cada palmo, que podemos elevarnos a las mayores alturas que el arte nos permita, ya sea representando a Nora en "Casa de muñecas", o al hacer lo propio con escenas de la mayor bajeza, como por ejemplo representar el papel de "Ricardo lllª", de William Shakespeare. Lo apolíneo y lo dionisíaco en dos personajes y en un solo cuerpo, el del actor-actriz.

No es necesario consumir nada para poder ponerse en el lugar de.... o en la piel de... El maravilloso instrumento que es el cuerpo humano contiene todas las herramientas que necesitamos, inclusive la perseverancia y la paciencia. El cuerpo humano es capaz tanto de escribir como de levantar pirámides o inventar la lámpara eléctrica o deducir la teoría de la relatividad o de amasar ravioles o o de pintar La Gioconda o esculpir el Moisés o tener bebés o componer Let it be... Pero para hacer todo ésto hay caminos, técnicas, aprendizajes. Hubo artistas que creyeron que las drogas iban a favorecer su producción. Falso! A la producción artística la favorece el amor al arte, nada más... y nada menos que: el amor, la pasión, el deseo, las ganas y la dignidad de construirlo con las propias manos, habiéndolo proyectado con la propia mente y deseado con el propio cuerpo.

Cuando, en el taller de teatro comenzamos cada clase chequeando nuestro cuerpo para ver si se encuentra en tensión y nos concentramos en sentir y percibir cada parte a partir de mover cada articulación y relajar cada músculo, no hacemos otra cosa que retornar al cuerpo y ser dueños y soberanos de él.

"El cuerpo, esa casa que no habitamos" (Frase del libro "El cuerpo tiene sus razones, de Therese Bertherat) se debe convertir en la casa que habitemos. Para ello debemos conocerlo y lograr que nos dé todo aquello que necesitamos, a cada paso, en cada situación. La conciencia del cuerpo es una naturaleza que debemos recuperar. Ser consciente es sentir, percibir, pensar y decidir en consecuencia con lo que se siente y teniendo en cuenta nuestros vínculos, nuestros actos y lo que de ellos deviene: Ser consciente es despertar. Un artista despierto no es fácilmente manejable por los poderes de turno. Y eso se vé cuando al artista le creemos, o no. Gustavo Volpin.

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